La Antigua República Yugoslava de Macedonia fue la gran sorpresa del último Eurobasket al terminar en cuarto lugar cayendo en semifinales ante la selección que acabaría ganando el torneo: España y más tarde perder en un dramático partido el bronce contra Rusia. Tras el campeonato los aficionados recibieron a su selección como lo que demostraron ser durante el torneo: unos héroes capaces de dejar atrás el papel de cenicienta y ganar a selecciones de la talla de Croacia, Eslovenia, Grecia o Lituania.